¿Quieres saber cómo limpiar tu bicicleta? Tener limpia tu bici no solo es importante para que ésta se vea bonita y reluciente sino que también ayudará a que los componentes de la bici te duren mas. Por eso en este artículo te explicaremos como realizar la limpieza de tu bicicleta correctamente.
Disfrutar de un paseo por la montaña, la playa o en la ciudad con tu bicicleta es una experiencia maravillosa, te pone en contacto con el ambiente natural y conoces muchas personas mientras desarrollas tu trayecto.
Para que funcione correctamente y siempre llegues a tiempo al lugar donde vayas, la bici debe estar en perfecto estado, con partes y piezas de primera y sobretodo limpia y engrasada. Así tu bicicleta siempre estará perfecta y preparada. ¡Sigue leyendo que te va a interesar!
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Limpieza y mantenimiento de tu bici, ¿como hacerlo?
Lo primero que puedes hacer es, tomarte el tiempo necesario para realizar una faena que no se debe diferir por ningún motivo. Dejar de hacer la limpieza profunda y adecuada a la bici, puede causar daño a piezas importantes como sus rodamientos y partes móviles diseñadas para un recorrido conveniente.
Por otra parte, la falta de limpieza de la bicicleta demanda mayor fuerza y potencia de tu parte en el pedaleo porque el funcionamiento de tu máquina se hace mucho más lento y se acorta su vida útil.
Frecuencia para lavar la bicicleta
No existe una regla establecida sobre cada cuanto tiempo lavar la bici, eso depende del uso que le des y el tipo de superficie donde transites.
Cada tramo que recorres, la suciedad se va adhiriendo a la bicicleta y más, si los caminos son de lodo o superficies de tierra seca. No esperes lavarla después, hazlo al llegar a casa porque esperar días después, será mucho más agotador ya que tendrá pegado mucho suciedad.
La regla para limpiar la bicicleta la puedes establecer tú mismo. Sería ideal limpiarla periódicamente para eliminar restos de suciedad y mantenerla impecable. Puede ser que una vez al mes, te dediques a hacerle a tu bicicleta una limpieza a fondo.
Si tu bicicleta está muy sucia puedes optar por utilizar una manguera o una hidrolimpiadora a presión (pero utilizando la presión mínima). Cualquiera de estos dos métodos te ayudará a eliminar rápidamente el barro y la suciedad pegadas a tu bicicleta. La ventaja de las hidrolimpiadoras es que puedes poner el jabón para bicicleta directamente en el depósito de la máquina.
Materiales para la limpieza de tu bicicleta
En cuanto a los materiales a usar para la limpieza de la bicicleta, ten en cuenta aquellos que no resulten abrasivos para ti en primer lugar y luego, que no dañen la pintura del cuadro o los componentes.
Lo primero que te recomendamos es el uso de un soporte o trípode. Es una herramienta práctica que te permite limpiar tu bici cómodamente. Descargas allí todo el peso y no tienes que asumir el daño que ocasiona a la espalda tener que limpiar la bicicleta sin este soporte.
Si tienes oportunidad de colocar tu bici cerca de una toma de agua para instalar la manguera, esto te va a facilitar el trabajo. De lo contrario utiliza un cubo con agua.
Utiliza jabón específico para limpiar bicicletas porque vienen preparados para eliminar la suciedad del cuadro. Adquiere un buen desengrasante para aflojar la grasa tanto de la cadena como de la transmisión.
Hazte de unos trapos de algodón, que ayudan a quitar el sucio fácilmente. Los puedes comprar o utilizas una prenda que ya no uses de este material y también te va muy bien. Complementa con esponjas grandes, para que puedas llegar todas las piezas de la bici.
Otra herramienta que te ayuda a eliminar al detalle todas las impurezas es el cepillo de dientes normal y corriente. Podrás llegar a sitios de la bicicleta que no podrás alcanzar con el trapo. Es indispensable que uses guantes de látex para proteger tus manos.
Otro material que no puede faltar es el aceite lubricante bien sea en spray o líquido para acondicionar la transmisión y la cadena después de la limpieza. Ahora si más quieres usar cera lubricante, también es válido.
Paso a paso para limpiar tu bicicleta en profundidad
Para tu mayor comodidad, desmonta las ruedas y trabajas directamente con el cuadro. Aplicas de manera preliminar desengrasante en platos, cadenas, piñones y descarriladores. Esto te va a permitir ganar tiempo y rendimiento porque el desengrasante penetra en todas partes y piezas de la bicicleta aflojando la grasa y toda suciedad.
Otra cosa muy importante, siempre comienza a limpiar de arriba hacia abajo, si lo haces a la inversa, todo lo que ya has limpiado, se volverá a ensuciar.
Limpiar el cuadro
Utiliza agua y jabón. Te ayudas con las esponjas para limpiar el cuadro, esta pieza sabemos que es robusta, pero contiene otros elementos a los cuales no puedes apuntar directamente con la presión del agua de la manguera.
Después de limpiar el cuadro, moja poco a poco los siguientes componentes:
- Manillar
- Tija
- Horquilla
- Sillín
- Bielas o pedales
- Manetas de cambio
Limpiar minuciosamente estos componentes te garantizan un excelente funcionamiento de tu bicicleta. Durante el tiempo de uso, en estos componentes se va acumulando la suciedad lo cual entorpece su correcta función. Cuida que las pastillas de freno no se contaminen con algún producto porque tendrías que cambiarlas o limarla.
Se recomienda colocar un trapo alrededor del disco de freno, aunque hay protectores especiales para ello, así lo mantendrás seco y libre de contaminación.
Limpiar la transmisión
En este punto, el desengrasante que aplicaste al principio ya debió surtir efecto aflojando toda suciedad y grasa de tren de potencia. Ahora con agua y jabón vas a restregar las piezas: platos, cadenas, piñones y descarriladores, con la ayuda del cepillo de dientes y las esponjas. Verás como el sucio sale fácilmente.
El movimiento de la cadena es ideal para mover las bielas hacia atrás con la ayuda del cepillo fijo en un solo sitio. Así también podrás limpiar los piñones del cassette.
Procura no excederte en el uso del desengrasante especialmente en la cadena. Utiliza el cepillo o un trapo al cual agregarás un poco del producto que aplicarás con mesura sobre la cadena y así podrás limpiarla sin problemas.
Limpiar las ruedas
Reciben directamente toda la suciedad. Usa trapo y jabón para limpiarlas profundamente, especialmente en los muelles de ambas ruedas. Verifica que la pista de frenado quede bien limpia.
En la rueda trasera debes proteger del agua a la piñonera o cassette de manera que no se vea afectado su núcleo. El interior del buje no puede mojarse porque se dañan los rodamientos. Nunca debes lavar la bici sobre acostada en el suelo Si tienes la ayuda del soporte o trípode, la posición de la bicicleta debe ser perpendicular al suelo para que el agua no penetre en aquellos sitios que deben permanecer secos. (Rodamientos de las mazas y eje de centro)
Enjuagar la bici
Utiliza suficiente agua, pero con control, sin presión excesiva de manera que elimines rastros de jabón y desengrasante en aquellas zonas de la bici donde lo aplicaste para que cuando te corresponda lubricar, éste surta el efecto deseado.
El uso de una esponja nueva te ayudará a sacar todos los productos que utilizaste para que el proceso posterior de lubricación sea efectivo. Aclara las ruedas de igual forma para que procedas a montarlas.
Secar y lubricar
El secado de la bici es un acto de sentido común para no dejar nada mojado ni húmedo. Utiliza un trapo de algodón seco para llegar a tornillos y lugares difíciles, así te vas a cerciorar que todo está listo para recibir la lubricación.

Lubricación de la cadena. Tienes dos opciones. La primera es lubricar con grasa o aceite lubricante. Es una opción útil, protege ampliamente especialmente en invierno porque en ese periodo tanto la cadena como la transmisión se exponen mucho.
Sin embargo, vale la pena aclarar que el aceite o grasa lubricante son agresivos y acumulan mayor suciedad, lo cual obliga a una limpieza profunda con mayor frecuencia.
La segunda opción es la cera, muchos la usan porque es más limpia y la acumulación de suciedad es menor. Se aplica con facilidad en puntos bastante precisos. Para aplicarla en la cadena, ésta debe estar totalmente seca.
Luego procedes a lubricar la transmisión. Utilizas igualmente aceite o cera, eso va a depender de las ventajas que veas en cada una. Lubrica los pedales para que queden suaves y silenciosos.
Finalmente queda aplicar un protector de calidad para que la bici quede brillante o mate y la protección sea a través de una película que la libere del polvo y la suciedad, evitando que se adhieran a la bici con facilidad.
No olvides que la bicicleta sufre desgaste constante en sus partes y piezas, pero este desgaste se va acentuando si no está totalmente limpia. El sucio y grasa que recoge durante los recorridos, le quita vida. Razón más que suficiente para que te preocupes en limpiar tu bici periódicamente.
El invierno es un tiempo en el cual tu bicicleta debe recibir la mayor atención, limpiarla y protegerla al resguardo para que su durabilidad sea real y se mantenga en buen estado.